A grandes amigos que aprenden por experiencia ajena.
En la noche, el hombre volvió al peñasco.
- Se aprende mejor por la experiencia ajena, Sra. Piedra, así que hagamos esto – dijo el hombre mientras se quitaba el sombrero, se agachaba, tomaba la piedra, y la lanzaba al mar. Entonces, cuando la piedra no fue más que un chapoteo, el hombre gritó - ¡Cuénteme, Sra. Piedra ¿Qué tal se siente el mar?!
- … - Informó la piedra.
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ResponderEliminarLo amé!
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