lunes, diciembre 10, 2007



El sonido de una mano aplaudiendo.

Hay una historia famosa que es ya característica del zen: Un joven monje intenta resolver el acertijo planteado por su maestro, que versa así “¿Cuál es el sonido de una mano aplaudiendo?”. Ciertamente el monje se sintió frustrado ante la pregunta, y no pudo responderla en el tiempo previsto. El maestro, ante la derrota de su pupilo, le da una prórroga de un mes. Pero el joven monje vuelve a fracasar, haciendo que el maestro le dé otra prórroga de una semana; y al fallar de nuevo el monje, le da otra prórroga de 3 días con la condición de, el pupilo errara nuevamente, se matara.



El cuento afirma que el joven monje, al final de segundo día, se iluminó. Pero como buen cuento zen nos oculta la respuesta resuelta por el alumno. Ahora bien. Yo me he puesto a pensar en este acertijo, cual joven monje, con la condición de matarme al no poder resolverlo al tercer día.



No sé muy bien si fue porque la muerte y yo no nos hemos querido conocer – vivimos muy ocupados, entenderán - o si porque, abiertamente confieso, me quería comer otra hamburguesa antes de morir; logré dar con tres respuestas:

1) Con los deditos y la cuenca de la palma se puede generar una pequeña palmadita (yo tengo los dedos algo largos), por lo que puede ser considerada el sonido de una mano aplaudiendo, mas no haciendo una soberbia ovación.



2) Agitando la mano fuertemente, tal como si se aplaudiera con dos manos, se puede generar un dulce susurro en el viento; y si uno tiene suerte hasta se puede entender una que otra palabra – generalmente quejas – que la mano regala a nuestra existencia. Ese también podría ser considerado el sonido de una mano aplaudiendo



3) Para el bien de mi ego, también puedo decir que el sonido de una mano aplaudiendo es sentarse. En este momento no sabría si un maestro zen me felicitaría o me golpearía con una vara de madera. Las dos vienen muy bien.



Pero confieso que la respuesta que más me satisface es la cuarta. (Sí, sé muy bien que nunca mencioné una cuarta. No lo niego, se me acaba de ocurrir). La respuesta número 4 es la siguiente:



4)










Kaze.