Pasa.
Que la ves y que quema, que sigue ardiendo.
Que todos los árboles del mundo relampaguean y revientan los oídos de la tierra
Que es el eco absurdo de las estaciones y su insistencia.
En la noche larga.
Y todos los abriles
Son tus oídos y tus ríos y
tu todo de la nada.
Porque ella ahora es nada,
porque siempre ha sido todo.
Y está ahí.
En el ahora absoluto.
Sigue estando ahí.
Siguiendo,
Pasando,
Porque pasa.
Ahora
Pasa.
Los poemas de la nada.
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