viernes, febrero 11, 2011

La última noche en la tierra

Esto no es más que una serie de tuites que hice, y que ahora tejo. Los que lo leyeron en tuíter no encontrarán sorpresas.

Tal como en tuíter, se lee desde abajo.




Se acabó la tierra. Y mírate.

En el último segundo de la tierra te daré el beso que me esperaste. Hará ruido ese beso durante la eternidad que nos espera.

No me sueltes en la última noche en la tierra, que es tu noche, finalmente. Báñame de estrellas. Siémbrame en la grama. Sóplame.

Flota todo en la última noche en la tierra. Flotas tú y me miras, me tomas de la mano, no me sueltas. No me sueltes en esta noche.

Pero no salen lágrimas en la última noche en la tierra. De tus ojos y de los míos gotas suben al cielo. La gravedad no es en esa noche.

No tengo que decirte más la última noche en la tierra, no tengo ni por qué explicarte esta lagrima de haber perdido toda noche anterior.

No hay más estrellas que en la última noche en la tierra. Son las últimas estrellas todas en flor. Los astrólogos abandonan su estudio.

La última noche en la tierra, beso la punta de los dedos de tus pies. Están fríos, pero no te preocupa. Tú miras estrellas.

La última noche en la tierra será de haiku brevísimo, pero será suficientemente eterno, como tu pestañeo.

No nos dará tiempo de extrañar la vida en la última noche en la tierra. La muerte se lucirá con un espectáculo de amor y luces.

En la última noche en la tierra la luna se derramará. Levantaremos el último vaso de vidrio y la beberemos. ¡Qué borrachera la de esa noche!

La última noche en la tierra comeremos papas fritas, patacones, donas y galletas de chispas de chocolate. Le daremos una al mar.

La última noche en la tierra los perros cantarán alegres en la copa de los árboles: su guardia habrá terminado.

La última noche en la tierra veremos a un señor tocando piano mientras lo navega en la inundación. Se quitará el sombrero y nos saludará.

La última noche en la tierra subiremos al techo de tu casa. Veremos el mundo inundado y nos reiremos de ese, el que navega en su piano.

La última noche en la tierra será la primera en el cielo.

La última noche en la tierra, descubriré mi verdadero ser entre las cortinas arañadas de tu casa, o escondido debajo del sofá.

La última noche en la tierra abriré la puerta de tu casa, de la que sea tu casa entonces, y te darás cuenta de que siempre he estado ahí.

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