miércoles, noviembre 07, 2007



Les disparas a los perros negros que son el miedo. No, no. Espera, tranquila. No tengo nada contra los perros reales, sino esos ficticios tan tuyos que son los miedos. Y bueno, sí, como son tuyos y de tu mente tienes como derecho a dispararles con una pistola imaginaria, ¿no? Así que le disparas, los confrontas, y de las heridas y gritos de los perros brotan 100 flores. Y así se cumplen algunos deseos, pues algunos desean que broten 100 flores. Lo que me hace pensar… ¿por qué pienso?

En fin, estoy de acuerdo en que las tortugas probablemente sean budistas, la paciencia es una característica tan meditativa de estos animales, que los coloca en un escalafón superior de la escalerita espiritual. Ellas y los gatos. Pero de los gatos hablamos luego.

Nos vemos.





Kaze.

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