jueves, junio 14, 2012

Yo. I


Me llaman esto que dicen que soy la mayoría de las veces que me llaman cuando me llaman.

Aman, quizá, este fantasma que invoco de las memorias que todos han coleccionado de mí. De lo que les he dado.

¿Les he dado?

¿Hasta cuándo les di? ¿Cuánto les he dado?

Esto que soy, si es que soy, es una esfera que refleja toda luz y toda sombra. No ves en mí más de lo que quieres ver, porque la verdad es que no te puedo mostrar más nada.

Dentro está la nuez de toda vida. Encorvada, enrollada, pidiéndome liberación.

Pero no.

No puedo.

No sé cómo.

Tengo terror.

Tengo pánico.

No. No. No. No. No. No. No. No.

Sí.

Y no se rompe el hechizo. Porque incluso estas líneas se dibujan en la superficie de la esfera espejo.

Mírame al mirarte. Mírate al mirarme. Pero jamás podrás verme.

He ahí mi maldición, en la que ya se me acaba todo fuego.

¿Será que alguna vez no fue así?

La pluma, que cae, negra, sobre la noche. Esto era, un ribete una nube. Esto era, lo último que fui era.

¿Me extrañas?

¿Alguna vez me conociste?

Firme aquí, en el espejo, que soy, cuando me llamo en tu espejo que eras y soy que era y ya no.

Ya no.

No.

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