domingo, abril 12, 2009

En los últimos 10 minutos del domingo




Danzan los dedales y:

Queda una ventana abierta. La ventana de un cuarto que tiene un piso de vino. Piso de vino sobre el cual descansa una cama de aire. Cama de aire donde duerme una niña acurrucada. Niña acurrucada que llama a la ventana por un ser verdialado. Ser verdialado que se enreda en las sombras. Sombras que nacen en la oscuridad de los días más furiosos. Días furiosos que reinventan el mundo. Mundo. Mundo.

Otro mundo, mejor. A la segunda estrella a la derecha.

De dedales perdidos en narices.

Y ventanas siempre abiertas.

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