martes, enero 11, 2011

¿Y si estuvo bueno el silencio?

Siempre he estado volviendo. Sólo en este blog se pueden encontrar tres ejemplos claros de lo mismo: voy y vuelvo. Me vuelvo y por eso voy, y cuando vengo vine (nada de vencí ni ninguna de esas tonterías). El ir y venir a lo mismo es parte del todo, o así lo dicen algunos taoistas: afirman que la iluminación del anciano inmortal es volver a ser niño a pesar de haber vivido como adulto. También en el tarot todo está retornando. El loco es la última y la primera carta, la primavera se vuelve a sí misma, que si Perséfone, que si la luna, y que si la marea. Todo es como yo y soy como todo, así como ustedes, si es que siguen aquí.

¿Aló? ¿Alguien sigue por ahí?

Qué sé yo.


Al final de cuentas escribo para volver, de este silencio que todavía hace ruido, que todavía revela sus furias, sus palabras que aún no se han inventado.

Estuvo bueno este silencio, de un año, tan de piedra.

Pero me toca tener piel, y tener lengua, y tener que hablarles, aquí, del viento. Que es así, que va, que vuelve, que viene, y voy, vengo. Vuelvo.

Heme aquí.

Toc, toc, toc.

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