lunes, abril 07, 2008

Nació viejo








Muy bien, amigos y amigas. He vuelto. Le vent ha vuelto. O yo, Carlos, Duilfo, ese mismo que delimita mi existencia. (Se pueden ahorrar los análisis psicológicos por ahora)




La razón por la que no había escrito, pues... no es relevante. Simplemente era necesario.


Lo relevante es que la crisálida se ha roto.




O por lo menos así me lo dijo él, el viejo.


Porque me encontré un viejo deshojado que me contaba cosas, que salvaba el mundo al cerrar los ojos, que creó el primer suspiro del mundo... que él era el viento.




Le creí ¿Por qué no? Hasta donde yo lo veía él podía ser el viento, aunque también podía ser Dios disfrazado de indigente, o buda que se dejó crecer la barba. Cualquiera que fuera, me agradaba mucho escuchar sus historias.




Cuando me conoció me dijo -Nada es más bonito que el otoño en Maracaibo - Mientras sonreía. Yo le dije que no existía tal estación en Maracaibo, y él me respondió - ¡Mira mi piel! es una hoja de otoño, yo soy otoño ¡Que lindo es el otoño en maracaibo!...




No los voy a aburrir con las historias del viejo. Lo cierto es que me hizo una pregunta que quisiera dejar aquí: -Muchacho, si en tus manos estuviera salvar el mundo ¿Lo harías? ... y si lo harías... ¿Por qué lo harías? Si me gusta tu respuesta te daré un pastelito.




Estaba muy rico el pastelito.




¿Qué dirían ustedes?




No hay comentarios:

Publicar un comentario